ELEGIA AL HEROE DEL SALITRE
De Iván Vera-Pinto Soto
Que el asolapado olvido no inspire más
muertos en cal.
Que tu semilla germine en los inéditos
cauces de la historia.
Que los hijos de la tragedia sepulten
a los pétreos designios.
Que la ignorancia sea un efímero
signo críptico en tu camino.
Que tu lamento reprimido se transfigure
en un invierno fugaz.
Que la memoria te inmortalice en
todos los cobijos oceánicos.
Que el lacerante odio no subyugue al
alma de tu mítica escuela.
Que tu verdad trascienda en infinitas
voces las fronteras de la razón.
Que tu fundada pasión conmueva al
desierto y desnude a la cobardía.
Que tu minúscula alegría ahuyente a los confabuladores nubarrones.
Que tus legítimos anhelos se eternice
en los sueños de los niños felices.
Que tu legendaria marcha retumbe como
fieros ecos en mis acantilados.
Que los siniestros puñales no tengan
filos para cercenar tus convicciones.
Que el testamentario dolor no doblegue
tu cuerpo esculpido en cicatrices.
Que no exista ningún poder en la
tierra capaz de sofocar tu paso de fuego.
Que el desamor se asile en las
catedrales de la muerte como sombra indeseada.
Que enfilen por los cielos aves de
esperanza pregonando tu solidaria parábola.
Que el tirano vendaval nunca encorve
tu generosa aspiración de amparar la vida.
Que los soñadores de surcos impidan que se preñen de sangre
los espacios expirados.
Que en la virginal aurora se
desplieguen 1907 brazos de lumbres para anidar tu ansiada PAZ .