TEATRO PARA NIÑOS
Iván Vera-Pinto Soto
Quienes estamos
comprometidos con el quehacer artístico sabemos perfectamente que el arte no
puede, ni debe ser algo ajeno a la vida de los infantes. Por el contrario, esta
manifestación, intrínsicamente humana, debe necesariamente acompañar y apoyar al
desarrollo integral de toda persona. Por ello, nos dio mucha alegría el
observar a un número importante de padres que llevaron a sus hijos a esta
actividad, favoreciendo de esta manera la vida familiar, la comunicación y el
aprovechamiento del tiempo de ocio de un modo diferente. Además, entendemos que
el ir al teatro es una experiencia social y artística que permite a los
pequeños adentrarse en un lenguaje visual, gestual y emotivo inverso a los que
maneja el cine, la televisión, los vídeos juegos y el Internet.
El convivir con
el teatro desde chico nos permite lograr un descubrimiento intelectual que se
asocia con valores que enriquecen nuestra personalidad; asimismo, supone un aprendizaje
emocional nuevo y enriquecedor, casi inolvidable en nuestras vidas.
Hace mucho
tiempo atrás con la Compañía de Teatro Infantil KOLORIN KOLORADO, realizábamos
todos los fines de semana, en el frontis de un supermercado, rutinas y piezas
escénicas infantiles. La verdad que era increíble la comunión que se provocaba
entre todos los participantes: la gente coreaba las canciones, intervenía en la
trama, seguían las coreografías y respaldaba con sus efusivos aplausos el
cometido de los artistas. Algunos crecieron teniendo como referencia este
espectáculo libre, lúdico y educativo, que marcó toda una tradición y que se
extendió incluso en las festividades navideñas. Con el mismo profesionalismo,
otros excelentes equipos teatrales y animadores (TEA, TIUN-TENOR, Profesor
Sorpresa, Tía Miti-Miti) plasmaron, en diversos escenarios, obras y ejercicios
escénicos que conquistaron los cinco sentidos y el corazón de los pequeños.
La actividad
teatral es lejos una opción de ocio más gratificante en comparación con la
televisión, en donde el pequeño lo único que puede hacer, sin ningún esfuerzo
intelectual, es manejar un control
remoto. En cambio, en una sala de teatro, los niños y niñas desde el momento
que se apagan las luces y se abre el telón
comienzan a experimentar una sensación diferente que afecta todo su ser
y que le incentiva a intervenir de manera activa dentro del proceso de la
representación.
Ciertamente que
a nuestros hijos hay que prepararlos para asistir a la función, explicarles que
en el teatro hay actores que producen las obras y que en la sala existen luces
y efectos especiales que complementan el espectáculo. Igualmente, hay que comentarle que existen normas de
comportamiento que deben respetar (mantener silencio, no comer, ir al baño
antes de la función, etc.). Finalmente, a la salida, debemos motivar su
apreciación crítica y positiva de lo que vivió, de esa manera conseguiremos que
se interesen por esta expresión artística la que puede en un futuro cercano servirle de apoyo en
otras situaciones sociales.