Recuerdan matanza de
ex oficina salitrera La Coruña
En medio del inhóspito desierto
pampino, se llevó a cabo la conmemoración de la matanza de la oficina
salitrera Coruña, hecho ocurrido el 5 de junio de 1925 y casi olvidado por la
historia oficial, pero que rememoró el historiador y académico de Tarapacá,
Senén Durán, relatando in situ cómo perdieron la vida más de 2 mil personas, a
manos del Ejército chileno.
La ceremonia conmemorativa
se dio inicio con el himno nacional, interpretado por la banda municipal de
Pozo Almonte, para luego dar paso a las palabras del edil de la comuna pampina,
Augusto Smith Marín, quien dio la bienvenida a todos los presentes,
agradeciendo que llegaran a ese alejado lugar. “Ustedes son los que ayudan a
recordar la historia de lo que sucede y el municipio siempre ha estado presto a
ayudar con lo que tenga que ver con el recuerdo de las salitreras. Estuvimos en
San Lorenzo, en Alianza, Victoria, La Noria y ahora en La Coruña, por lo que
también quiero agradecer a Cosayach, quien siempre ha estado dispuesta a
cooperar con nosotros y dejar entrar a sus terrenos, en donde se ubican algunas
de estas oficinas”.
A las palabras de Smith, siguieron las
del consejero regional, Julio Cámara –uno de los gestores de la idea-, quien
expresó que “las ambiciones y aspiraciones pampinas siguen vigentes ahora en
Iquique. Incluso, lo que hacemos hoy es una forma de vencer al olvido y tratar
de transmitir esta vivencia a nuestros familiares”.
Terminadas las palabras del consejero,
uno de los platos fuertes de la jornada tomó lugar en el podio. El historiador
Senén Durán comenzó a relatar los hechos ocurridos hace 75 años en lo que ahora
son los restos de una de las oficinas salitreras más grandes que existieron.
“Pampinas y pampinos, unos de nacimiento y otros por adopción… hoy nos reunimos
para recordar una de las 27 matanzas de salitreros llevada a cabo por el
estado, de las cuales sólo se enseña una y las otras se callan. Acá en Coruña,
subió el Carampangue, Granaderos e infantería de marina, pero ninguna pudo
contener a los obreros, que estaban armados de bombas de dinamita. Así, el 5 de
junio sube la artillería y el fuego comienza a demoler las construcciones, lo
que se suma a las explosiones que provoca en la dinamita y los grandes
incendios generados por esto en las viviendas de pino Oregón. El pueblo de la
Coruña se rinde, pero Acacio Rodríguez no acepta esto y continúa con el fuego
de las armas. Muchos de los capturados esperan todo el día apoyados en la pared
a que hablen las tartamudas (ametralladoras) y mueren, mientras que otros
logran correr. Para los muertos se creo una fosa, donde descansan más de 500
cadáveres, la cual fue tapada con costras de roca y caliche”.
Acabadas las palabras de Senén Durán,
Hugo Bolívar, presidente del Colegio de Profesores; María Moscoso, de la
Corporación Hijos del Salitre y Guillermo Jorquera agradecieron la invitación
para recordar parte de la historia local y la tragedia que se vivió en el
lugar, en este solemne acto.
Para terminar con la actividad, la
compañía de teatro “Expresión” presentó fragmentos de la obra “La Coruña ira
de los vientos”, del académico y dramaturgo Iván Vera-Pinto, en donde se
revivieron algunos de los álgidos sucesos acaecidos en la otrora oficina
salitrera, desde la reunión para unificarse, hasta la misma muerte de los
obreros.
DIARIO 21 – 6-12-2010